Maja es una niña de cuatro años nacida en Bielorrusia que al perder repentinamente a su madre se ve trasladada a otro lugar donde las palabras le resultan extrañas. Su padre, con el que apenas había tenido relación, se hace cargo de ella, pero al poco tiempo la dejará en un pequeño pueblo al cuidado de su tía, una mujer austera y poco afectuosa, aunque procurará que a Maja no le falte lo necesario para vivir. Breves imágenes de su corto pasado se suceden en la cabeza de Maja. Junto a la única foto que conserva de su madre, desenfocada y en la que ella misma aparece caminando sobre la hierba, provocan en la niña un profundo sentimiento de pérdida. Sólo el viejo Marek, un vecino del pueblo, parece prestarle la atención que necesita. Pero el tiempo pasa y otras personas entran a formar parte de su vida. Marcada por el abandono, pasará de la niñez a la juventud y de ésta a la madurez. Experimentará la amistad, el amor, la inseguridad en las relaciones y una búsqueda interminable con la que poder colmar el anhelo de volver a su origen.
Carolina Schutti describe un mundo en el que no hay espacio para la despreocupación o la alegría. Las demostraciones afectuosas escasean, el pasado es ignorado, y en el mismo pueblo al que llega la protagonista, lugar remoto y sin nombre, apenas brilla el sol.
El estilo que utiliza es intimista y sutil, austero, pero poético y elegante. Cuenta, deteniéndose en los pequeños detalles, una historia de identidad y desarraigo con un íntimo deseo por recuperar el pasado al que se pertenece. Es la historia de las personas que han sido desplazadas a lo largo del tiempo, huérfanas de amor y con una vida sin sentido. Toda la vida de la protagonista se verá determinada por la búsqueda de la propia identidad.
Aunque, es posible que no sea para un público en general, pienso que cautivará a los exigentes y aficionados a la buena literatura. Espero que os guste.
Páginas: 136
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