domingo, 17 de mayo de 2020

Matar a un ruiseñor (Harper Lee)

Aunque este libro fue escrito en 1960, que ha tenido múltiples reediciones y que es un clásico en la literatura de Estados Unidos, no había tenido la oportunidad de leerlo hasta ahora y, por su puesto, me he apresurado a recomendároslo.

Nelle Harper Lee vivió en Alabama desde su nacimiento en 1926 hasta su muerte en 2016.  Su gran obra fue Matar a un ruiseñor que, como os he dicho más arriba, se publicaría y obtendría el Premio Pulitzer en 1960. Dos años después Robert Mulligan la llevaría al cine y obtendría tres oscar pasando a considerarse un referente del cine clásico. Posiblemente muchos habréis visto la película. He de confesaros que yo no la he visto, quizá ahora me anime, aunque las adaptaciones suelen decepcionarme un poco.

Corren los primeros años treinta del siglo pasado y la pequeña Scout, de ocho años, su hermano Jem de doce y su padre Atticus, un abogado de prestigio reconocido viven en una pequeña localidad de Alabama al cuidado de la vieja criada de color Calpurnia, una mujer recta y exigente que intenta suplir en las labores de la casa y en la atención de los niños a la madre fallecida al poco de nacer Scout. Los días transcurren apacibles, con las travesuras propias de los niños, la irresistible atracción que sienten por su misterioso vecino Boo que nunca sale de su casa,  las regañinas inevitables de Calpurnia y la vida poco apetecible de la escuela; hasta el día en que Atticus es asignado como abogado defensor de un hombre de color acusado de violar a una mujer blanca. 

La narradora, Scout, toma la perspectiva que le da la distancia del tiempo para rememorar aquellos momentos de su vida. Desde una visión infantil de las cosas, pero inteligente, va analizando cuanto le rodea con la ayuda sencilla e inestimable de su padre y la camaradería de su hermano. 

La novela, muy fácil de leer, con unos diálogos claros, simples, sin adornos, pero certeros, resulta muy interesante por las relaciones sociales y vivencias que refleja entre negros y blancos, las diferencias notables en derechos y deberes en una época no tan lejana y que sigue arrastrando consecuencias en el momento actual. 

Tras la simplicidad temática, la autora descubre unos personajes perfectamente perfilados e individualizados. La figura del padre, impecable en su tratamiento, refleja una personalidad capaz de trasmitir ternura a la vez que rectitud e inflexibilidad en sus convicciones, incapaz de ir en contra de su propia conciencia. Esta manera de conducirse, sin demasiadas palabras, será el modo como sus hijos irán enfrentándose a sus propias responsabilidades en su trayectoria hacia la etapa adulta. 

Con un cariz moralizante en alguna de las expresiones o de las escenas, se describe un mundo difícil, pero habitable cuando todo se dirige a la consecución del bien. 

Harper Lee conseguirá manteneros expectantes hasta la última línea. Espero que disfrutéis con esta novela. A mí me ha gustado muchísimo. 

Páginas: 416

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