Publicada en 1943 es una obra de marcada inspiración autobiográfica, que narra los primeros años de la vida de una muchacha hija de emigrantes que crece en la pobreza en Brooklyn durante las dos primeras décadas del siglo XX y que sueña con llegar a ser escritora. Tal fue el éxito que dos años después se llevaría al cine bajo el mismo título (Lazos humanos en la versión castellana).
Corre el año 1912 y Francie Nolan con once ya cumplidos, lee sentada en la escalera antiincendios del bloque de pisos en donde vive con su familia y a la sombra de un árbol que solo crece en los barrios más pobres de las grandes ciudades arraigado entre el cemento. Su mirada toma perspectiva y a través de ella podremos conocer a sus padres, a su hermano y a su querida tía Sissy, soltera y con un gran instinto maternal que intenta aplacar en sus relaciones con los hombres que la pretenden. Su madre, seria y trabajadora, de origen austriaco, contrasta con el carácter afable pero informal de su padre. Francie, gran apasionada de los libros, pronto empieza a hacerse preguntas de cuanto le rodea y a pedirle a la vida algo más que una vida mediocre y sin expectativas de un futuro mejor.
Betty Smith emplea un estilo sobrio, cargado de matices, para narrar de manera certera el precio a pagar por el sueño americano, dando como resultado algo bello. La lucha contra la pobreza tanto de la protagonista como de su madre y la tenacidad con que intentan superar los problemas reflejan todos los aspectos de una vida repleta de tristeza y sufrimiento, pero también de esperanza y afecto.
Esta novela que leí hace algunos años y que recuerdo con cariño, no ha dejado de reeditarse. La última edición se hizo en 2019 y sigue siendo del agrado del público en general. Espero que os haga pasar buenos ratos.
Páginas: 512
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