Flora
Thompson (1876 – 1947) es considerada un clásico de la novela inglesa a pesar de haber publicado en vida tan sólo esta trilogía, compuesta por tres partes y escrita cada una de ellas en los años 1939, 1941 y 1943 respectivamente bajo los títulos de Lark Rise, Over to Candleford y Candleford Green, tres pequeñas localidades donde transcurre la vida de la protagonista. Es ahora cuando se publica en castellano con el título que aparece en la portada.
Los tres pueblos, ubicados al sur de Inglaterra, son ficticios y hablan de los lugares donde la misma autora nació,
vivió su infancia y adolescencia y desde donde saldría para adentrarse en su etapa
adulta. Tras Laura, la niña protagonista, se esconde la propia Flora Thompson, cuyas vidas transcurren de forma paralela.
Corre la década de los ochenta del siglo XIX y la
vida de los habitantes de La Colina de las Alondras (Lark Rise) se desarrolla con la
pobreza y la estrechez propia de los jornaleros del campo. Los padres de Laura,
un albañil y una antigua niñera, podría decirse que tienen una situación ligeramente
más holgada que el resto. Ocupan la última casa de la veintena que componen la aldea y allí nacerá Laura, y poco después su hermano Edmun. El interés de sus padres para que
reciban una buena educación en vistas a un futuro mejor, lleva a Laura a
aficionarse muy pronto por la lectura despertando su curiosidad y su
inteligencia, rara cualidad en el resto de los niños de la aldea quienes,
aunque la aceptan como una más, verán en ella algunas diferencias
significativas no del agrado de todos. Otros hermanos llegarán a incrementar la
familia pasando a ocupar Laura el papel de la hermana mayor ayudando a su madre
en la tarea de cuidar a los más pequeños. Con catorce años, como todas las
niñas a esa edad, se trasladará a Candleford Green, pero no para
ser sirvienta en una casa como suele ser habitual, sino para trabajar en una
oficina de correos regentada por una antigua amiga de su madre. Con un nivel de
vida notablemente superior al que venía teniendo desde su infancia, y con un
acceso más amplio a las lecturas, Laura irá descubriendo un mundo de
posibilidades en el que desarrollarse como persona adulta.
Flora
Thompson tiene el acierto de escribir sobre la situación
agraria del final de la época victoria con una sencillez y amabilidad que, sin
ocultar las dificultades por las que tuvo que pasar en una época que sufriría
profundos cambios, hace posible mirar con serenidad hacia un mundo inconcebible
para el lector actual.
Su profundo conocimiento de la condición humana y su
familiaridad con los grandes clásicos de la literatura hace posible una prosa
ligera, escrita con gran inteligencia, pero accesible para todos los públicos.
Aunque el número de páginas no os anime a iniciar la lectura de este libro os aseguro que si os decidís a leerlo pasaréis momentos muy agradables.
Páginas: 680
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