sábado, 4 de abril de 2020

El hijo perdido (Marghanita Laski)

Pocas veces se tiene la satisfacción de leer un libro que tras poner fin a la historia sume al lector en el silencio, sin más. No hay nada que decir porque la última palabra lo dice todo. Es como un último aliento, no para dar paso a la muerte, sino para despertar a una vida de esperanza. El hijo perdido me llevó a esta reflexión que, lejos de ser original, sí me sirvió para poder empujaros a la lectura de este magnífico libro que ha sido publicado en castellano hace apenas un mes.

Marghanita Laski (1915-1988), natural de Mánchester, escribió esta novela en 1949, cuando eran todavía habituales los dramas personales acarreados por la Segunda Guerra Mundial. De familia judía, muchos de sus miembros fueron intelectuales que, junto a la formación que recibió en Oxford, le proporcionó un amplio bagaje cultural que le permitiría un conocimiento certero de la condición humana con el que poder crear personajes creíbles para sus novelas.

Hilary Wainwright, el protagonista de esta historia, es una joven promesa de la poesía inglesa en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Gracias a una beca conseguida en Oxford se traslada a Francia donde conocerá a Lisa, una joven católica, huérfana y sin más familia que unas tías polacas mayores que tras la boda de los dos jóvenes decidirán trasladarse a Sudamérica para vivir allí sus últimos años de retiro. Fruto del amor de la pareja nacerá John; pero Hilary, ya movilizado por la guerra, sólo tendrá ocasión de ver a su hijo recién nacido el día siguiente a su alumbramiento. Dos años después, Lisa, miembro de la resistencia francesa, será asesinada en 1942 por la Gestapo no sin antes haber entregado el niño a una amiga para que lo ocultara. Cuando le llega a Hilary la noticia de la muerte de su esposa, solo le queda la esperanza de que algún día podría recuperar a su hijo. Pero al cabo de un año la Oficina de Información le comunica que se da a John por perdido al haber sido asesinada la mujer que se hizo cargo de su cuidado. Sin embargo, al acabar la guerra, un miembro de la resistencia cree haber conseguido una pista bastante fiable para encontrar al niño. Pero ese niño tiene ahora cinco años, ¿será posible reconocer en ese pequeño, al que solo vio una vez, a su propio hijo?

Marghanita Laski escribe una magnífica novela cuya historia sitúa en un pueblo francés en 1945 donde todo es feo y ruinoso, cuya desolación no es más que el reflejo del alma del propio protagonista. Hilary es un hombre cansado de sufrir, de conocer el amor para luego perderlo. 

Centrada en la búsqueda de un niño, la novela está dirigida, sin embargo, al anhelo que toda persona posee de ternura y felicidad. Podría decirse que es una historia atemporal. El hijo perdido es la búsqueda de un hombre para encontrarse a sí mismo, para asumir su propio sentido de pérdida y obtener el valor para volver a amar.

La autora se inclina por la sencillez y la rotundidad en los diálogos, con razonamientos elocuentes que van directamente a la cabeza y al corazón del protagonista manteniéndolos en una continua lucha interior.

Espero que logréis disfrutar con este libro.

Páginas: 256


1 comentario:

  1. Me parece una lectura bonita y, aunque algo triste, entañable. Gracias por el descubrimiento. Besos

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