lunes, 6 de abril de 2020

Mi madre (Yasushi Inoue)

En otras ocasiones anteriores ya os había recomendado algún autor japonés. La peculiaridad de Yasushi Ioue (1907 - 1991), además de ser un gran escritor, es la de ser católico. Rara avis  en ese país milenario, no tanto por su condición religiosa, sino por el enfoque de la persona que da a sus personajes.

Fe de su maestría como escritor da el hecho de que en 1949 recibiera el Premio Akutagawa, el más prestigioso de Japón, por su primera novela La escopeta de caza. En 1964 fue elegido miembro de la Academia de las Artes de Japón y en 1969 presidente de la Asociación Literaria de Japón. En 1976 recibió la Orden al Mérito Cultural, el más alto honor otorgado por el gobierno japonés.

Mi madre, en un formato entre novela, ensayo y autobiografía, refleja las vivencias del propio autor y su familia ante el deterioro físico y mental de sus padres, principalmente el de su madre. Escrito con gran delicadeza, conmueve el hecho de que el autor haya sabido plasmar sobre el papel, con honorabilidad y belleza, los sentimientos, reacciones, dudas, incertidumbres, etc., de quienes experimentan una situación similar.

Escrito a lo largo de los años, mientras duró la enfermedad de la madre hasta su muerte, la obra se divide en tres etapas cuyos títulos son muy evocadores: Bajo los cerezos en flor, Claro de luna y El rostro de la nieve. La utilización de datos autobiográficos para ambientar y dar explicación a lo que se narra, se limita a discretas aclaraciones, aportando agilidad y haciendo a los protagonistas especialmente cercanos.

La madre del autor provenía de una familia con tradición de médicos. Así mismo, su propio padre, fue médico del ejército japonés, hecho que les obligó a trasladarse en varias ocasiones a lo largo del país. A la edad de seis años, Inoue fue enviado a casa de su abuela Nui, en realidad una antigua geisha de su bisabuelo, con quien pasó la infancia. En 1926 se trasladó a Kanazawa, lugar de residencia de sus padres y hermanos, para comenzar la Escuela Superior donde cultivó el gusto por la poesía. Más tarde, para decepción de su familia, suspendería el examen de ingreso en la escuela de medicina de la Universidad Imperial de Kyushu para dedicarse al periodismo y la escritura. Su padre, retirado de la carrera militar a los cincuenta años, se dedicaría durante los treinta siguientes, hasta su muerte, al cultivo del campo y la cría de pollos llevando una vida austera y aislada. Su madre, cinco años menor que el padre, cuando fallece éste, ya comienza a dar muestras de demencia que se irán acentuando a lo largo del tiempo. Los hijos, siempre pendientes de atenderla lo mejor posible, tendrán que lidiar con el hecho irrefutable de una enfermedad incomprensible y que con frecuencia hace mella en el ánimo de los cuidadores generando crispación y cansancio. 

La manera íntima y subjetiva como el autor narra los hechos, derrochando una sobria amabilidad, ternura y cierto sentido del humor, lleva a considerar la grandeza que supuso para él amar la fragilidad de quienes le dieron la vida.

La técnica literaria y la pureza estilística de Yasushi Inoue logran trasmitir belleza donde cabría suponer que surgiría el drama.

Personalmente ha sido una historia que me ha revelado, de alguna manera, mi propia historia envolviéndola de razón y ternura. Espero que os guste.

Páginas: 164


1 comentario:

  1. Tomo nota de tu recomendación. No soy mucho de literatura oriental, me cuesta, pero siempre es interesante conocer nuevas propuestas. Gracias por la reseña. Besos

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