martes, 10 de julio de 2018

Hijo único (Rhiannon Navin)

   
De nuevo os presento una primera novela, en esta ocasión de la autora de origen alemán Rhiannon Navin. Actualmente vive en Nueva York, ciudad a la que se trasladó para ejercer su profesión como publicista. Ahora ha decido abandonarla para dedicarse en exclusividad a la escritura. Único hijo es su primera novela.

Zach tiene seis años y está en primaria. Una mañana, tras oír unos ruidos como de disparos y gritos, su profesora se apresura a meter a todos los niños de la clase dentro del armario instándoles a guardar silencio hasta que puedan salir del aula. Ya fuera, han de apresurarse y dirigirse directamente a la iglesia que hay junto a la escuela. En el corto trayecto Zach no puede dejar de mirar a los lados, a pesar de las advertencias de los profesores, para descubrir manchas grandes como de sangre. Ya en la iglesia comprobará que los demás niños del colegio están allí; pero cuando su madre va a buscarlo cae en la cuenta de que su hermano Andy, de diez años, no se encuentra entre ellos. No pasará mucho tiempo hasta que llegue la desgarradora noticia: Andy y dieciocho personas más, entre ellos catorce niños, han sido abatidos a tiros por el hijo del guarda de seguridad del colegio, un hombre bueno al que todo el mundo quiere. Enseguida el entorno de Zach se ensombrece. Su madre entrará en un estado de shock del que saldrá solo para reclamar justicia de una manera desesperada; y su padre, sin saber muy bien cómo gestionar sus sentimientos y con la sospecha de una infidelidad a sus espaldas, intentará refugiarse en el trabajo. A pesar de la cercanía física de sus padres y otros familiares, Zach se encuentra sólo. Los mayores, demasiado centrados en su propia pena, no tienen tiempo para escucharle. Refugiado en un rincón de la habitación de Andy y con la ayuda de sus libros, se afanará por descubrir los secretos que puedan conducir a su familia otra vez hacia la felicidad. 

Rhiannon Navin escribe una novela realista cargada de emotividad en cuanto que da el protagonismo a un niño de seis años con sus razonamientos sencillos, simples, llenos de ingenuidad, pero de una claridad reveladora. Narrado en primera persona, Zach cuenta una historia dramática con su lenguaje y visión de niño, sin dobleces ni interpretaciones.

La novela está escrita con corrección, consiguiéndose un buen debut literario. Captará vuestra atención desde el principio sin perder intensidad a lo largo de la trama. Es de valorar la manera en que se expone el modo de enfrentar a un niño con la realidad de la muerte sin edulcorarla y sin vaciarla de contenido, aunque de manera más cultural que religiosa. La unidad familiar, la compasión o el perdón, son valores que se destacan y que dan como resultado una historia positiva y muy agradable de leer. Espero que os guste. Desde luego, muy recomendable para el verano. 

Páginas: 310








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