Hoy os propongo una novela feliz, un breve cuento de Navidad, un relato muy bien escrito ambientado en la ciudad de Viena en 1911 y que quizá os deje con el deseo de continuar un poquito más.
Petra Hartlieb es una escritora alemana dueña junto a su marido de una antigua librería en Viena, ciudad en la que reside. No es de estrañar, por tanto, que Marie, la protagonista de la historia, tenga algo que ver con una de ellas.
Marie es hija de unos campesinos que pronto ha de abandonar la casa familiar para ganarse la vida. Tras varios trabajos desafortunados termina contratada finalmente en casa de Arthur Schnitzler, un famoso escritor y dramaturgo, para que ocupe el puesto de niñera al cuidado de los dos hijos de la familia que pronto le tomarán cariño. Mientras cuida a Heini y Lili conoce al joven ayudante de un librero, proveedor habitual de lecturas para los Schnitzler. El que Marie sepa leer y escribir favorece que su patrón le haga el encargo de recoger los libros, hecho que le permite breves encuentros con el muchacho.
El buen efecto que causa en Marie las relaciones entre los miembros de la familia para la que trabaja y el hecho de que sean judíos respetuosos con las costumbres católicas en las que culturalmente se implican, consiguen que la joven trabaje con agradecimiento y añore una vida de amor que nunca tuvo en su infancia.
La autora destaca el hecho de que la protagonista sepa leer haciendo girar la trama entorno a la lectura, el teatro, etc., consiguiendo un planteamiento intelectual y sentimental de la novela.
La figura de la protagonista queda muy bien perfilada en su desempeño de las tareas domésticas, en su enamoramiento juvenil e inocente, en sus actuaciones ante situaciones difíciles y en su bondadoso e inteligente trato con los dos hijos que realmente tuvo Schnitzler.
El estilo empleado por la autora es directo, muy cuidado en las formas y las palabras están escogidas con acierto. Las cuestiones sobre fe, o la moralidad de algunos comportamientos, muestran rectitud por parte de la protagonista quien sabe guardar las distancias y poner límites.
Espero que disfrutéis con esta obrita.
Páginas: 152
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