Algunos de vosotros me habéis manifestado vuestra preocupación sobre qué tipo de libros recomendar a vuestros hijos adolescentes que sean de calidad, cuenten una buena historia y no se aburran con ella. Casi todos los libros cuyas reseñas cuelgo en este blog están dirigidos a un público general, capaz de pensar y con una inteligencia despierta (y considero que vuestros hijos tienen ambas cosas).
He querido iniciar de esta manera la reseña porque este libro de la joven escritora alemana Lin Rina (1987) se adapta perfectamente a un público joven, principalmente a un público femenino. No es un gran novelón, pero es una novela bien escrita y muy agradable de leer al seguir correctamente la estela de las grandes escritoras victorianas.
Animant Crumbs pertenece a la aristocracia rural. Tiene diecinueve años y su gran afición a los libros le impide encontrar un pretendiente que esté a su altura intelectual para gran pesar de su madre. El aburrimiento que le producen las fiestas y los encuentros sociales a los que se ve obligada a asistir son motivo de discusión constante entre madre e hija. Cuando el hermano de su padre que vive en Londres, felizmente casado y sin hijos, le propone trabajar como asistente del bibliotecario de la universidad donde él mismo trabaja como director de personal es posible que las cosas cambien para la joven. El único inconveniente es que el bibliotecario es un auténtico cascarrabias que no hace nada más que ahuyentar a los múltiples asistentes que han intentado ocupar la plaza ahora vacante. Animant, a pesar de esto y de la primera oposición de sus padres, le atrae la idea de salir de su casa por un mes, que es el tiempo que le conceden, vivir con sus adorables tíos y mostrarse útil para una tarea de la que presume estar capacitada. Sin embargo, los comienzos no serán fáciles. Thomas Reed, el bibliotecario, no es menos antipático en persona de lo que le han venido contando, pero el orgullo y el pundonor harán que Animant se sobreponga, inicie una vida de relativa independencia y se encamine hacia la etapa adulta con dignidad y en la que quizá tenga cabida un amor de lo más inesperado.
Lin Rina presenta unos personajes adecuados para la época y el ambiente en los que se desarrolla la acción sin caer en el error de trasladarlos a los modos actuales. Situarse mentalmente en los años que ponen fin al siglo XIX, cuando comienzan importantes cambios sociales, es importante para entender y disfrutar de la novela.
Los sentimientos, acordes con un modo de pensar coherente, el ejercicio de la virtud o asumir la propia responsabilidad son valores constantes a lo largo de la novela. A pesar del número de páginas se lee sin dificultad y engancha desde el principio. Espero que os guste.
Páginas: 576
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