sábado, 21 de julio de 2018

Tristana (Benito Pérez Galdós)

De vez en cuando, pensando en los seguidores de este blog, me vienen a la cabeza libros interesantes que leí hace tiempo y que merece la pena recomendar. Entre ellos, por supuesto, los clásicos españoles.

Tristana es el primero de Benito Pérez Galdós que pongo en la lista. No es casualidad. Ya aquel pensar en los seguidores me llevó a proponerlo para comentar a la vuelta del verano en el libroforum en el que participo; pero más adelante iré poniendo otros como Trafalgar, Misericordia, El abuelo, Marianela o Miau.

Pérez Galdós nació en mayo de 1843 en Las Palmas de Gran Canaria, y falleció en enero de 1920. Novelista, dramaturgo, cronista y político, se le considera uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX. Tristana la escribió en 1892.

Situada en el barrio madrileño de Chamberí, un barrio del ensanche de la capital en el siglo XIX, la novela presenta un triángulo amoroso entre una mujer joven, un pintor sin demasiados recursos estilísticos y un viejo que ejerce como tutor de la joven. Al morir la madre, la huérfana Tristana es recogida por don Lope, un amigo de la familia, hidalgo recalcitrante, anclado en el honor del pasado, mujeriego y alérgico al matrimonio. Don Lope, abusando de su condición de tutor, mantiene con la joven relaciones ilícitas de las que Tristana intenta evadirse cuando el noviazgo con Horacio, un joven artista, le brinda la oportunidad de librarse del viejo; pero durante una temporada larga en la que ha de ausentarse Horacio, Tristana contrae una grave enfermedad a resueltas de la cual perderá una pierna. En su vida desaparecen los sueños y una estabilidad anodina, autómata y estéril se asentará en el hogar que irremediablemente tendrá que compartir con don Lope.

La obra, muy bien escrita, emplea un lenguaje castizo e irónico muy propio de las novelas del autor, junto al retrato costumbrista del Madrid de la época. La trama se centra en los sentimientos cambiantes de la protagonista, movida por deseos de libertad y de independencia que no llegan a concretarse.

Aunque el tema de la novela tiene un trasfondo inmoral, la riqueza de lenguaje, el estilismo y el buen uso de la técnica literaria, consiguen recrear un ambiente realista sin necesidad de escenas morbosas, una habilidad común en los escritores que piensan en sus lectores como personas respetables e inteligentes.

Espero que os guste.

Páginas: 256

viernes, 20 de julio de 2018

Un alma cándida (Elizabeth Taylor)


Siempre es agradable descubrir algo bueno y en esta ocasión ha sido una suerte encontrarse con esta autora no demasiado conocida fuera de Reino Unido, pero a la altura literaria de sus contemporáneas de la segunda mitad del siglo XX.

Curiosamente, Elizabeth Taylor, de soltera Dorothy Betty Coles, tuvo que convivir con la incomodidad de llamarse igual que la actriz homónima. Esta coincidencia, que llegó a resultarle de lo más frustrante, la llevó en ocasiones a manifestar que odiaba su propio nombre.

Nacida en Reading, Inglaterra, en 1912, no publicaría su primera novela hasta 1945 y su reconocimiento como escritora no vendría hasta muchos años después. Mujer discreta, en sus obras suelen reflejarse sus propias experiencias personales. Con una gran agudeza de ingenio, un fino humor inglés y una ética exenta de religiosidad y convencionalismos morales, Elizabeth Taylor escribe de una manera sobria, a veces crítica e inquietante, pero sin perder los modales ni las formas propios de una exquisita educación inglesa.

Flora es una jovencita encantadora, con una belleza y una sonrisa capaz de cautivar a cualquiera sin necesidad de proponérselo. Mimada y protegida por su madre desde niña, y de cuantos la rodean, es incapaz de sospechar maldad en otros o que se les puedan plantear algún tipo de dificultades. Su carácter candoroso y optimista, que le empuja a ocuparse de las adversidades de los demás, es propio de quien nunca ha sufrido un contratiempo. Sus observaciones ingenuas, superficiales y bondadosas serán la peor de las cadenas para quienes se mantienen bajo su influjo adoptando la inexcusable obligación de protegerla. 

Elizabeth Taylor hace un despliegue de ingenio al crear un personaje cándidamente manipulador, pero no de una manera directa o con una personalidad objetivamente malvada, sino por la manera que los demás se dejan atrapar conscientemente por ella. Nadie de sus allegados podrá acusarla jamás de una maldad manifiesta. Sin embargo, es la misma bondad de Flora, que no se apoya ni en la razón ni en la realidad de las personas y sus circunstancias,  lo que será causa de males quizá irreparables.

Con economía en las descripciones y en los diálogos, de una manera elegante, con un sentido del humor sobrio, casi indolente, como el comportamiento de alguno de sus personajes, la autora insinúa mucho más de lo que dice con las palabras dejando en libertad la imaginación del lector. Aquéllos forman un elenco de tipos muy distintos, algunos moralmente cuestionables o amorales, incrédulos, psicológicamente complejos, pero todos atrapados por la inquietante candidez de la protagonista.

Un alma cándida es una buena novela escrita para el agrado de los que os consideréis aficionados a la buena literatura. Espero que os guste.

Páginas: 264







lunes, 16 de julio de 2018

Suite francesa (Irène Némirovsky)

Iréne Némirovsky no es nueva en este blog, ya antes os había recomendado un par de libros y pienso que mi admiración por esta autora está plenamente justificada.

Concebido como una composición en cinco partes, de las cuales la autora sólo alcanzó a escribir dos, el manuscrito, custodiado por sus hijas tras el encerramiento de Némrovsky en Birkenau, no se publicó hasta el año 2004. Se le concedió el Premio Renaudot por esta novela, premio otorgado por primera vez a un autor fallecido. Escrita en condiciones excepcionales, Suite francesa retrata con maestría una época terriblemente convulsa, pero fundamental de la Europa del siglo XX.

Con un claro componente autobiográfico, Suite francesa se inicia en París los días previos a la invasión alemana, el 3 de junio de 1940, día en que cayeron las primeras bombas sobre la ciudad en un clima de incertidumbre e incredulidad. Enseguida miles de familias se lanzan a las carreteras en coche, en bicicleta o a pie. Némirovsky dibuja con precisión las escenas, unas conmovedoras y otras grotescas, que se suceden en el camino: ricos burgueses angustiados, amantes abandonadas, ancianos olvidados en el viaje, los bombardeos sobre la población indefensa, las artimañas para conseguir agua, comida y gasolina. A medida que los alemanes van tomando posesión del país, se vislumbra un desmoronamiento del orden social imperante y el nacimiento de una nueva época.

La presencia de los invasores despertará odios, pero también historias de amor clandestinas y públicas muestras de colaboracionismo.  Suite francesa combina un retrato intimista de la burguesía ilustrada con una visión implacable de la sociedad francesa durante la ocupación. Con lucidez, pero también con un desasosiego notablemente exento de sentimentalismo característico de sus novelas, Némirovsky muestra el fiel reflejo de una sociedad que ha perdido su rumbo.

En el fondo, el libro es una crónica, un testimonio realista, de acontecimientos vividos por la persona que los narra, miembro de la burguesía francesa, clase dominante surgida tras la revolución, y que recibió un golpe mortal por parte de los ejércitos alemanes.

Némerovsky escribe con una alta calidad técnica y estética, con lucidez y con la plena conciencia de saber que pronto será aniquilada. Intuye que Francia, tras este descalabro irracional que supone la invasión, no volverá a ser la misma. Su mirar hacia otro lado en las detenciones y las deportaciones de la población judía hará que pierda su luz y su inocencia de una manera definitiva.

Si os han gustado otras novelas de la autora, este libro también os gustará. En 2015 se llevó al cine, pero no os dejéis seducir sólo por la gran pantalla. Estoy segura que disfrutaréis muchísimo más con la expectación que supone el paso de cada nueva página.

Páginas: 480


Ángulo de reposo (Wallace Stegner)

Pocos son los aficionados a libros demasiado voluminosos, pero pienso que de vez en cuando, e inmersos en un periodo teóricamente vacacional, quizá alguno se anime con este magnífico libro escrito en 1971 y con el que Wallace Stegner, historiador, ambientalista, novelista y autor de relatos cortos,  obtuvo el Premio Pulitzer al año siguiente.

Repasando la correspondencia de su abuela con su mejor amiga durante los años 1868 a 1890, un profesor jubilado decide escribir su historia a la vez que se pone en evidencia la suya propia. Para ello contará con la ayuda de una joven poco convencional. En esas cartas su abuela habla de su matrimonio con un joven ingeniero de minas al que acompañó a las explotaciones del Oeste, teniendo que dejar atrás su cómoda vida social y las amistades del refinado Este. Entre apuros económicos y fracasos profesionales tuvieron que llevar una vida errante e inestable mientras ella, por su parte, intentaba colaborar en el mantenimiento de la familia escribiendo y dibujando ilustraciones. Durante esos años de amistad epistolar la mujer vuelca todas sus preocupaciones, ilusiones y vivencias en las cartas. Hablará del nacimiento de sus tres hijos, del desmoronamiento interno de su matrimonio y la decisión de mantenerlo a pesar de todo hasta el final de su vida. Se aborda así la complejidad sobre las relaciones amorosas, la familia, la fidelidad conyugal y el perdón.

Esta novela ha sido considerada por muchos como la mejor de su autor. El estudio psicológico de los protagonistas es preciso y minucioso. La puesta en escena de dos épocas históricas distintas establece comparaciones y resulta muy interesante el fondo histórico y social sobre la colonización de los territorios del Oeste americano, tierra inhóspita e indomable como sus antiguos habitantes.

El estilo es sobrio y muy correcto. Respeta los registros lingüísticos y las formas de las distintas épocas que se evocan y, en general, se puede hablar de una novela muy bien estructurada.

Como curiosidad os diré que ángulo de reposo es, en una acumulación de material extraído de una mina, el ángulo máximo a partir del cual el siguiente grano se deslizará por la pendiente opuesta. Pienso que el título es de lo más acertado para la novela.

Espero que disfrutéis con esta lectura.

Páginas: 704





sábado, 14 de julio de 2018

Mi planta naranja lima (José Mauro de Vasconcelos)





Hace unos días me preguntaron qué libro no muy largo podría ser llevado estas vacaciones en la maleta sin el riesgo de regresar de ellas sin haberlo leído. Inmediatamente me vino a la memoria Mi planta naranja lima. Os lo recomiendo a todos con la seguridad de que la pereza vacacional no impedirá que lleguéis a la última página.

Mauro Vasconcelos, autor brasileño, publicó por primera vez esta novela en 1968 con la que rememora su infancia en Río de Janeiro y que formaría parte de una tetralogía autobiográfica no ordenada cronológicamente. La proyección internacional que alcanzó rápidamente hizo de ella una de las obras brasileñas contemporáneas más leídas en el mundo. Aunque con una apariencia de cuento infantil, esta obra se dirige a un público adulto.

Zezé tiene cinco años y de mayor quiere ser poeta y llevar corbata de lazo. Pero mientras tanto va adquiriendo experiencias y se deja llevar de sus fantasías y sentimientos de su vida de niño. Aficionado a las travesuras, las reprimendas y las tundas por parte de sus padres serán lo habitual cada día. Al contrario que en la escuela, que con su gran corazón y una imaginación desbordante ha conseguido encandilar a su maestra. No es difícil verle triste cuando en su casa recibe palos en lugar de cariño. En esos momentos se refugiará en su amigo Minguinho, un arbolito de naranja lima con el que comparte todos sus secretos; y más tarde en el Portugués, un hombre maduro, dueño del coche más bonito del barrio.

Vasconcelos ha puesto en esta obra mucha ternura y un toque de ingenuidad e ilusión apoyado estilísticamente en un diálogo directo, simple y concreto, manejado con agilidad y destreza dando como resultado una obra muy entretenida que se lee con gusto e invita a la reflexión, con una dura crítica contra los procedimientos didácticos basados en el castigo físico. 

Espero que disfrutéis con esta encantadora historia.

Páginas: 180



martes, 10 de julio de 2018

El verano antes de la guerra (Helen Simonson)

Esta misma mañana he terminado esta encantadora novela. Ya me habían hablado de esta autora, Helen Simonson, cuando publicó su primera novela que no tuve ocasión de leer. El verano antes de la guerra es la segunda y, estará con toda seguridad entre la lista de novelas más vendidas.

Helen Simonson, nacida en Inglaterra y afincada desde hace treinta años en Estados Unidos, tuvo la fortuna de pasar sus años de adolescencia en una pequeña población de East Sussex, lugar que le ha permitido ambientar la historia que, escrita con sencillez, os hará pasar momentos agradables. Sólo hay un pero, que quizá se hubiera podido evitar que fuese tan extensa.

Comienza el verano de 1914 en la ciudad inglesa de Rye y la mayor preocupación de quienes ostentan el poder en la sociedad local es la llegada inminente de una profesora de latín para la escuela. En contra de lo que cabía esperar, la mujer resulta ser una joven de veintitrés años muy competente en la materia para la que ha sido contratada, independiente desde que falleciera su padre, escritora de vocación y sin ánimo de contraer matrimonio sin importarle en absoluto convertirse en una solterona. Frente a las reticencias de algunas damas, Aghata Kent, mujer de la alta sociedad con gran influencia en la pequeña ciudad, decide tomarla bajo su protección. Junto a ella y su esposo John viven durante los periodos vacacionales sus sobrinos Daniel y Hugh, dos jóvenes alegres, adoradores de su nada convencional tía Aghata, pero con caracteres completamente diferentes. Mientras que Daniel es despreocupado, amante de la diversión y la poesía; Hugh está terminando sus estudios de medicina con la responsabilidad y la aplicación que le caracterizan. Pronto harán amistad con Beatrice Nash, la joven profesora, sin sospechar todavía que, lejos de la apacible Rye, los rumores de guerra que comienzan a escucharse ya se han materializado con la invasión de Bélgica por parte de Alemania.

Helen Simonson escribe de una manera amable sobre una época convulsa de grandes cambios sociales que no pudo evitar pasar por la criba de la guerra. Bajo la imagen superficial y frívola en el comportamiento de alguno de los personajes la autora cuenta una historia intensa, cargada de humanidad, donde entran en conflicto la generosidad de algunos y la mezquindad de otros; la rigidez de una educación estricta con la compasión hacia los más débiles; el valor de la vida y el sentido de la muerte.

Bien documentada y respetando las costumbres y modos de la época, la autora escribe sobre una realidad, en ocasiones dura y cruel, pero con una delicadeza y un sentido común que se agradece en una autora actual.

Espero que disfrutéis con su lectura, muy apropiada para pasar unos agradables momentos bajo la sombra de un buen árbol.

Páginas: 624


Hijo único (Rhiannon Navin)

   
De nuevo os presento una primera novela, en esta ocasión de la autora de origen alemán Rhiannon Navin. Actualmente vive en Nueva York, ciudad a la que se trasladó para ejercer su profesión como publicista. Ahora ha decido abandonarla para dedicarse en exclusividad a la escritura. Único hijo es su primera novela.

Zach tiene seis años y está en primaria. Una mañana, tras oír unos ruidos como de disparos y gritos, su profesora se apresura a meter a todos los niños de la clase dentro del armario instándoles a guardar silencio hasta que puedan salir del aula. Ya fuera, han de apresurarse y dirigirse directamente a la iglesia que hay junto a la escuela. En el corto trayecto Zach no puede dejar de mirar a los lados, a pesar de las advertencias de los profesores, para descubrir manchas grandes como de sangre. Ya en la iglesia comprobará que los demás niños del colegio están allí; pero cuando su madre va a buscarlo cae en la cuenta de que su hermano Andy, de diez años, no se encuentra entre ellos. No pasará mucho tiempo hasta que llegue la desgarradora noticia: Andy y dieciocho personas más, entre ellos catorce niños, han sido abatidos a tiros por el hijo del guarda de seguridad del colegio, un hombre bueno al que todo el mundo quiere. Enseguida el entorno de Zach se ensombrece. Su madre entrará en un estado de shock del que saldrá solo para reclamar justicia de una manera desesperada; y su padre, sin saber muy bien cómo gestionar sus sentimientos y con la sospecha de una infidelidad a sus espaldas, intentará refugiarse en el trabajo. A pesar de la cercanía física de sus padres y otros familiares, Zach se encuentra sólo. Los mayores, demasiado centrados en su propia pena, no tienen tiempo para escucharle. Refugiado en un rincón de la habitación de Andy y con la ayuda de sus libros, se afanará por descubrir los secretos que puedan conducir a su familia otra vez hacia la felicidad. 

Rhiannon Navin escribe una novela realista cargada de emotividad en cuanto que da el protagonismo a un niño de seis años con sus razonamientos sencillos, simples, llenos de ingenuidad, pero de una claridad reveladora. Narrado en primera persona, Zach cuenta una historia dramática con su lenguaje y visión de niño, sin dobleces ni interpretaciones.

La novela está escrita con corrección, consiguiéndose un buen debut literario. Captará vuestra atención desde el principio sin perder intensidad a lo largo de la trama. Es de valorar la manera en que se expone el modo de enfrentar a un niño con la realidad de la muerte sin edulcorarla y sin vaciarla de contenido, aunque de manera más cultural que religiosa. La unidad familiar, la compasión o el perdón, son valores que se destacan y que dan como resultado una historia positiva y muy agradable de leer. Espero que os guste. Desde luego, muy recomendable para el verano. 

Páginas: 310