sábado, 3 de marzo de 2018

El crimen del conde Neville (Amélie Nothomb)


Ya os hablé en otra ocasión de Amélie Nothomb, una autora con un sentido del humor ácido y una de mis escritoras favoritas. Hija de un diplomático belga, su infancia y adolescencia las pasó mayormente en Japón y China. Con un amplio bagaje cultural, una mente despierta y una gran capacidad para observar las reacciones humanas, Amélie Nothomb no necesita más que el espacio de una novela corta para contar unas historias asombrosas, hilarantes, irónicas, siempre respetuosas y en la mayoría de las ocasiones tiernas.

El crimen del conde Neville es una novelita que os dibujará una sonrisa desde la primera página y os dejará una mente completamente despejada.

Henri Neville es el conde de un antiguo castillo en la región belga de las Ardenas. Perteneciente a la familia desde el siglo XVIII, a los sesenta y ocho años y ya jubilado, el conde se ve obligado a venderlo por los escasos recursos económicos de que dispone para seguir manteniéndolo. Antes de eso se prepara para celebrar la última fiesta para sus amigos en el castillo. Después, junto a su amada esposa y sus tres hijos deberá trasladarse a la vivienda que han venido ocupando en la finca los guardeses. Sin embargo, unos días antes, su apática hija adolescente decide pasar la noche en el bosque para intentar experimentar algún tipo de emoción. Sorprendida por una vidente que estaba recogiendo setas en la zona ésta piensa que la muchacha se ha escapado de casa y pone el hecho  en conocimiento de su padre. Cuando Henri Neville va a casa de la mujer a recoger a su hija, la vidente le profetiza que durante la fiesta que va a celebrar en el castillo él matará a uno de sus invitados. Lo que no sospecha el conde es que la victima pudiera ser su propia hija.

La novela se plantea de modo expreso como un homenaje y una recreación de la famosa obrita de Oscar Wilde titulada El crimen de lord Arthur Savile publicada en 1891 y que si tengo un poquito de tiempo esta misma tarde os hablaré de ella en este blog.

De lo trágico a lo tragicómico, el calvario vivido en solitario por el angustiado progenitor, incapaz de contar a nadie su problema, resulta absurdo y a la vez inquietante, según las irónicas paradojas con las que tanto agrada a la autora enfrentar a sus lectores. El relato resulta divertido y asombroso con una gran capacidad irónica y un alegato contra la superstición.

Amélie Nothomb logra una atmósfera ambiental sugestiva y un adecuado perfil de los personajes. De nuevo se puede apreciar en esta novela la alta calidad estilística de la autora y su narrativa inteligente.

Espero que disfrutéis tanto como yo con esta lectura.

Páginas: 120



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