jueves, 18 de julio de 2024

Tren a Samarcanda (Guzel Yájina)

Guzel Yájina (Kazán, 1977) natural de la región tártara al suroeste de Rusia, es escritora y guionista. En 2015 fue merecedora de varios premios por su primera novela Zuleijá abre los ojos cuya reseña encontraréis en este mismo blog. 

Tren a Samarcanda está ambientada a finales de 1923 cuando la Revolución Rusa había conseguido crear la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS); pero todos los acontecimientos políticos y bélicos que tuvieron lugar pronto pasaron factura a una población empobrecida. La falta de cosechas por un largo periodo de guerras y sequías, ocasionó una hambruna severa difícil de paliar en la región del Volga, sobre todo entre la población infantil. En muchos casos, las imprudencias de las administraciones locales, que reconocieron los problemas demasiado tarde, contribuyeron a la tragedia y a una degradación moral generalizada. 

Es en este contexto donde la autora sitúa al comandante Déyev, un hombre de treinta años veterano de la guerra civil rusa. Por su experiencia en trenes es nombrado jefe de un destartalado convoy para trasladar a quinientos huérfanos desde Kazán hasta un orfanato en Samarcanda en la región de Turquestán, una ciudad que prometía comida y calor para unos niños desnutridos y harapientos. La tarea no será fácil por la falta de recursos y personal. Durante un mes y medio tendrán que recorrer cuatro mil kilómetros por lugares desabastecidos e inhóspitos luchando constantemente contra una muerte que se presentaba segura. Todos los pronósticos indicaban que al menos un tercio de los viajeros no llegarían a término. Dévey, sin embargo, en su obsesión por salvarlos a todos, hará lo imposible por conseguir que sean los quinientos los que lleguen a la deseada ciudad de Samarcanda.

Guzel Yájina, escribe una novela épica. Los personajes protagonistas de la tragedia reflejan una situación realista y creíble con una narración que incluye pasajes oníricos de gran belleza dentro del dolor que trasmiten. A pesar de lo penoso de la situación, la autora no da a la maldad un valor definitivo. Se adentra en el corazón humano y todas sus posibilidades. "La gente ha sido creada para vivir", dirá Déyev reflexionando sobre lo que se le presenta a la vista. A pesar de estar cosechando lo sembrado por el hambre, la destrucción y la guerra, el amor siempre tiene la última palabra y todo hombre es capaz de conmiseración. 

Durante el viaje los protagonistas tendrán ocasión de reflexionar sobre sus propias vidas como crecimiento personal intentando dar sentido a los motivos que les llevan a actuar de una u otra manera, como un modo de salvarse a sí mismos. 

A pesar de lo duro de algunos pasajes, es un libro que merece ser leído. Espero que os guste y os resulte interesante.

Páginas: 536






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