
Ivan Illich pertenece a la burocracia zarista. A pesar de ser un hombre de grandes aspiraciones políticas, no logra alcanzar sus ideales y, esto, unido a un matrimonio por conveniencia que le hace infeliz, le lleva a una vida cargada de frustración. Volcado en su trabajo para huir de un ambiente familiar que le resulta cargante no cuenta con la posibilidad de que quizá esté próximo su final, circunstancia que parece evidente cuando por una desafortunada caída sufre un golpe que le podría acarrear la muerte. Es el momento en el que Ivan Illich considera examinar su vida.
Tolstói plantea la lucha intelectual y espiritual del protagonista. Con sutileza posa una mirada sobre la soledad y el vacío existencial de Ivan Illich que bien se puede extrapolar a muchas vivencias particulares de cualquier época, así como a la del propio autor, quien no dejó de manifestar su temor a la muerte. En el último momento, al igual que el protagonista, parece inevitable tener que enfrentarse a cuestiones fundamentales de la propia existencia, sobre el objeto de los amores personales y la misión que se ha tenido en la vida. No elude el autor tampoco una crítica social sobre el sentido del bienestar y la complacencia personal.
Narrada con un estilo de altísima calidad literaria propio del autor, esta novelita es considerada, como os decía más arriba, una de sus mejores obras. Espero que disfrutéis con ella.
Páginas: 96