miércoles, 15 de noviembre de 2017

El secreto del faro (Jean E. Pendziwol)

Jean E. Pendziwol, aunque es conocida y galardonada por sus escritos de literatura infantil, es ahora cuando se estrena en novela para adultos con una historia de gran sensibilidad.

Nacida en Ontario a orillas del lago Superior, Pendziwol ambienta sus historias con los paisajes que la circundan dando señales de ser una buena observadora. En ésta que os presento ahora, El secreto del faro, no podría ser menos y la verdad es que lo hace de una manera muy acertada. Yo la acabo de leer y  me ha resultado una lectura muy agradable.

Elizabeth Livinstone y su gemela Emily nacieron junto al faro de la isla de Porfhyry hace más de ochenta años. Hijas del farero de origen escocés y de una mestiza ojibwe, no necesitaban más mundo que el que les presentaba la isla junto a sus padres y sus hermanos Peter y Charlie. Pero las gemelas no se desarrollan igual: mientras Elizabeth es espabilada y resuelta para las tareas cotidianas del faro, Emily no habla, no emite ningún tipo de sonidos, deja fija la mirada y tiene una capacidad de observación tan extraordinaria que luego logra plasmar las cosas en magníficos dibujos. Elizabeth es la única que puede comunicarse con ella sin necesidad de palabras y, bajo su protección, Emily puede desarrollar su mundo interior lejos de las impertinencias de los extraños. Pero el tiempo pasa y los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial les afectarán de una manera directa cuando los dos hermanos se alistan para ir al frente y un joven herido de guerra llega al faro para trabajar como ayudante. Al final de la contienda sólo vuelve Charlie, pero a su regreso nada, absolutamente nada, volverá a ser igual. Un secreto se posará como la espesa niebla del lago Superior sobre los Livingstone, esperando, quizá, que setenta años después, cuando Elizabeth vive sola en la residencia de ancianos Boreal, una joven grafitera inadaptada obligada a restaurar la valla de la residencia, sea capaz de leer el misterio que encierran los diarios de bitácora del padre de Elizabeth.

Pendziwol escribe una novela muy atractiva de leer por la descripción de los paisajes, la tensión del misterio que encierra o la interacción de los personajes implicados en la historia. La autora muestra gran sensibilidad cuando hace referencias a la familia, a la pintura, a la música y a la importancia del posicionamiento de cada uno en el mundo consecuencia de quienes les han amado y a quienes han correspondido. 
Aunque rodeada de tragedia desde el principio, la historia se inclina hacia el lado bueno del amor desinteresado, generoso y comprometido sin esperar nada más que el bien del otro.
Hacia el final de la novela la historia se precipita hacia un descubrimiento sorprendente que no hace más que reforzar el posicionamiento de los personajes principales hacia lo positivo. 

Habría que objetar que todo confluye hacia un final lleno de casualidades a veces algo forzadas, pero el resultado es bastante aceptable.

Espero que os guste.

Páginas: 336 




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