martes, 30 de agosto de 2022

El ardor de la sangre (Irène Némirovsky)

Irène Némirovsky (Kiev, 1903 - Auschwitz, 1942) fue educada de manera exquisita. En 1919 se estableció junto con su familia en París, huyendo de la revolución bolchevique. Allí se licenció en Letras por la Sorbona y en 1929 escribió su primera novela a la que siguieron otras que la encumbrarían como una de las escritoras de mayor prestigio de Francia. Cuatro de ellas, además de ésta que os presento ahora, las encontraréis reseñadas en este blog. 

El ardor de la sangre quedó inédita. Némirovsky fue apresada y llevada al campo de concentración de Auschwitz donde en 1942 fue gaseada por los nazis. En 2007 sus biógrafos lograron localizar el manuscrito y publicarlo por primera vez. 

En la región francesa de Borgoña, durante los años treinta, Sylvestre ha vuelto a su pueblo natal para pasar la última etapa de su vida en una pequeña casa aislada con un terrenito en el que cultivar algunas verduras. Hijo único de una familia acomodada, siendo joven decidió viajar por todo el mundo huyendo de un pueblo que le oprimía lapidando así toda la fortuna en una vida disoluta sin responsabilidades familiares. Un amor de juventud frustrado le ha incapacitado para formar su propio hogar, al contrario que su prima Hélène, felizmente casada con François desde hace más de veinte años, con numerosos hijos y con la hija mayor a punto de casarse con un buen muchacho de la zona, heredero del Molino Nuevo que les proporcionará un futuro seguro a la pareja. Sin embargo, tanta felicidad aparente, consecuencia de una vida sin contratiempos y una pasión apagada, no logrará contener el ardor de la sangre que bulle en el cuerpo joven de la muchacha, una dramática locura pasajera que podría sacar a la luz un pasado ya olvidado.  

Irène Némirovscky hace una cuidada ambientación del entorno rural, con unos personajes muy bien definidos y creíbles con una trama protagonizada por tres mujeres y contada por un hombre. Los sobreentendidos de las conversaciones hace que los diálogos lleven implícitos un punto de tragedia y oscuridad. 

Se pone en paralelo la sinrazón del impulso primario de una juventud sin recursos afectivos ni morales, y la sensatez de la madurez en un fondo psicológico de estilo naturalista. Hay que tener en cuenta los modos sociales de la época para entender algunas actuaciones que, por otra parte, la autora sabe plasmar con un estilo elegante y gran delicadeza. 

La capacidad narrativa de Némirovscky al exponer las pasiones del alma hace de esta historia algo atemporal, muy interesante de leer y de gran belleza descriptiva. Espero que os guste.

Páginas: 160



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