domingo, 21 de julio de 2019

La estepa infinita (Esther Hautzig)

Esther Hautzig nació en 1930 en Vilna, actual capital de Lituania, pero entonces perteneciente a Polonia. Vilna había sido la primera ciudad europea donde se asentaron los judíos y a ese pueblo pertenecía Esther.

Su familia era una de las más prósperas de la ciudad y todos, padres, abuelos, tíos y primos, ocupaban el mismo edificio dividido en amplios y acomodados apartamentos. El jardín que rodeaba la casa era el orgullo de su abuelo paterno. Las lilas eran sus flores preferidas y todos los nietos le rodeaban con agrado para competir por el parterre mejor cuidado. Pero cuando tan sólo contaba con once años, Esther experimenta estupefacta cómo el terror paraliza la alegría de los habitantes de la casa cuando los rusos, aliados entonces de los alemanes, entran violentamente y se llevan apresados a sus padres, sus abuelos y a ella misma. Sin más explicaciones, salvo que pertenecen a la aborrecible clase capitalista, son metidos en un tren para el ganado y transportados hasta Rubtsovsk, un pequeño pueblo de la estepa siberiana, donde tendrán que sobrevivir en unas condiciones miserables. Antes de emprender el largo y penoso trayecto sufrieron la primera pérdida cuando los militares que los retienen deciden separar al abuelo del grupo y meterlo en un tren diferente. Cuando les anuncian el final del camino descubren ante ellos una estepa que se les presenta como infinita, sin principio ni fin, una estepa que Esther terminará amando como un símbolo de la grandeza y la libertad interior.

La autora escribe un relato autobiográfico sobre sus años de exilio en Siberia durante la Segunda Guerra Mundial en una etapa de su vida ente la niñez y la adolescencia que le marcaría en su manera de entender la vida y las personas.

Escrito por primera vez en 1968 y nominada al National Book Award en 1969, ha sido una novela que no ha perdido el interés a lo largo de los años. Constituye un documento histórico que destaca por la corrección técnica y estilística y el profundo contenido humano. Aún presentando la crudeza de la realidad vivida y el dolor por las pérdidas de los seres queridos, no se detiene en rencores ni en detalles morbosos. En medio de la miseria material y el sufrimiento moral, se destacan también la belleza de la estepa siberiana, el calor de las amistades y las ayudas recibidas de los rusos, al margen de la política. Se destaca el optimismo, el buen ánimo, la confianza en Dios y en un futuro posible.

Os la recomiendo.

Páginas: 253







1 comentario:

  1. Me conmueve la capacidad de superación-adaptación de la protagonista, sólo explicable por su búsqueda de comprensión y afecto por parte de aquéllos a los que encuentra, descubriendo en ellos su nobleza dentro de la situación límite de la vida en la Estepa. Sabe quedarse con lo mejor del comportamiento del ser humano, tratando de superar la vileza humana y esto le posibilita disfrutar aún en lo aparentemente más inhóspito y duro de aquélla vida tan carente de comodidades. Me ayuda a saber encontrar lo mejor en cada situación y en cada persona.

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