jueves, 13 de junio de 2019

El barón rampante (Italo Calvino)

Como os prometí en la entrada anterior os voy a hablar ahora de esta original novela del autor italiano Italo Calvino que, aunque nacido en Cuba en 1923, se trasladó dos años después junto a su familia a Italia, país en el que viviría durante casi toda su vida hasta su muerte, ocurrida en 1985 en la ciudad de Siena. Este autor que admiraba a los clásicos, librepensador, antifascista y muy culto, ha dejado una obra selecta y muy atractiva.

El barón rampante la escribió en 1957 y es quizá su obra más conocida. Fue fruto de su decepción ideológica tras la invasión de Hungría por la URSS en 1956, que le llevó a abandonar su compromiso político y el Partido Comunista en el que militaba. La última edición de esta novela cuya portada es la que aparece en esta entrada, es posible que esté agotada y será difícil que la encontréis en las librerías, sin embargo, os animo a que os acerquéis a cualquiera de las bibliotecas públicas que tengáis cerca porque es seguro que la encontraréis. En algunas ocasiones aparece formando parte de otras dos: El vizconde demediado y El caballero inexistente, bajo el título Nuestros antepasados.

De carácter fantástico y ambientación en el pasado, El barón rampante describe la vida Cosimo Piovasco, barón de Rondó, que con doce años, en un gesto de rebelión contra la tiranía familiar, se encaramó a una encina del jardín de la casa paterna. Ese mismo día, el 15 de junio de 1767, encuentra a Viola, la hija de los marqueses de Ondarivia a la que anuncia su propósito de no bajar nunca de los árboles y de la que se enamorará para toda su vida. Desde entonces y hasta el final de sus días, Cosimo permanecerá fiel a una disciplina que él mismo se ha impuesto. La acción transcurre entre finales del siglo XVIII y principios del XIX por lo que Cosimo se verá implicado en los acontecimientos tanto de la revolución francesa como de las invasiones napoleónicas, pero sin abandonar nunca esa distancia necesaria que le permite estar dentro y fuera de las cosas al mismo tiempo.

En esta espléndida obra, Calvino se enfrenta con lo que, según él mismo declaró, es su verdadero tema narrativo: «Una persona se fija voluntariamente una difícil regla y la sigue hasta sus últimas consecuencias, ya que sin ella no sería él mismo ni para sí ni para los otros».

Calvino consigue hacer un juego audaz y brillante entre un fondo de realidades humanas que se ocultan bajo una forma irreal e inverosímil. Apoyado en la ironía, la sátira e incluso en la caricatura, no deja de mostrar ternura y lirismo abarcando así tanto la grandeza como la insignificancia que puede atesorar un hombre.

El estilo, aunque aparentemente sencillo y fácil de entender como le resultó a Mafalda, la protagonista de El árbol de las cerezas, es sin embargo elegante y de gran calidad literaria e intelectual. Espero que como Mafalda y su padre disfrutéis de este libro y lo consideréis uno de vuestros preferidos.

Páginas: 248



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