Karel Ruis es el tercer hijo de una familia de clase media en Ámsterdan. Tiene diecisiete años y el aburrimiento es una constante en su trayectoria vital. Las conversaciones entre los de su casa le hacen sospechar que pronto los alemanes invadirán su país; pero lejos de inquietarle, esta novedad le crea una cierta satisfacción en cuanto que podría suponer un cambio en el anodino entorno familiar y en su propia vida. Pronto dará inicio ese cambio que espera cuando su tío Robert le pide de manera confidencial que entregue en secreto una carta a una tal señora Mexocos y que espere respuesta. De esta manera conocerá a una de las mujeres más extraordinarias y extravagantes que haya conocido nunca, y a su hija Ria. Las dos causarán una fuerte impresión en el muchacho y desempeñarán un papel crucial en el desarrollo psicológico de Karel hacia la edad adulta de una manera inesperada y trágica, pasando por la ilusión, el desengaño y la devastación cuando ha de enfrentarse a la realidad.
En un contexto bélico, Kouwenaar se centra en la figura de un adolescente como un personaje universalmente reconocible, centrado en sí mimo, con un desasosiego permanente, moviéndose entre la apatía, el aburrimiento y la exaltación.
A través de los ojos candorosos e ingenuos de Karel, el autor, adolescente también en el fatídico 10 de mayo de 1940, percibe la guerra como algo ajeno, novedoso, rompedor y emocionante. La vida despreocupada de la que hace gala le lleva a vivir en un estado difuso entre la ilusión y la realidad que le envalentona con una inconsciencia finalmente demoledora.
Espero que os guste.
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