Gopi vive en Londres y pertenece a una familia de origen indio. Con once años, acaba de perder a su madre. Ella, su padre y sus hermanas, Khush y Mona de trece y quince años respectivamente, intentan rehacer sus vidas, pero la ausencia es muy dolorosa. Para mantenerlas activas, el padre decide inscribirlas en el club de squash de Western Lane, próximo a su casa, un deporte que él mismo practica y que es muy popular entre indios y paquistaníes. Pronto es Gopi quien destaca en esta disciplina y su padre hará todo lo posible para que reciba el entrenamiento adecuado. Ged, un niño blanco de trece años, hijo de una trabajadora del restaurante del club, será su pareja de juego. Entre ellos surgirá una amistad sencilla y fuerte, pero tendrán que lidiar con costumbres culturales distintas y situaciones anímicas complejas.
Desde su papel de joven narradora, Gopi cuenta todo aquello que percibe a su alrededor dentro de su propia familia a lo largo de un año. Intentará encontrar respuestas a los múltiples interrogantes abiertos tras la muerte de su madre. En pleno crecimiento interior y exterior, ella y sus hermanas se encontrarán frente a un torbellino de sensaciones difíciles de gestionar y siempre en relación con la pista de squash. Su propio padre deberá enfrentarse a una realidad que le supera presionado por las costumbres familiares y el deseo de mantener la familia unida.
La brevedad de la novela no resta aplomo a una historia muy bien contada siguiendo la pauta del desarrollo de un deporte tan preciso como el squash. Con un lenguaje inteligente, comedido, en ocasiones poético, a veces inconcluso, la autora ha sabido compaginar dramatismo y belleza aportando su propia experiencia cultural que hace que la trama se desarrolle con credibilidad.
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