domingo, 24 de noviembre de 2024

El soldado desafinado (Gilles Marchand)

Gilles Marchand (Burdeos, 1976) comenzó su carrera como escritor en 2010 con la publicación de varios cuentos. Con El soldado desafinado, su última novela, ha conseguido el reconocimiento de los libreros en Francia alzándose con el Prix des Libraires.

Terminada la Gran Guerra, un excombatiente herido en 1914 en la batalla de Marne donde perdió su mano izquierda, se dedica ahora a la investigación sobre desaparecidos y la rehabilitación de soldados acusados y ajusticiados por deserción en los acuartelamientos durante la contienda. Entre sus clientes se encuentra la señora Jeanne Joplain, una rica burguesa viuda que no tiene noticias de su hijo Émile desde 1916 cuando estaba destinado en Verdún. Pero la mujer no le cuenta todo sobre el joven. Obstinadamente calla que su hijo estaba enamorado desde los catorce años de Lucie, una muchacha alsaciana de su misma edad que estaba trabajando como sirvienta en casa de unos familiares donde los dos jóvenes se conocieron. Sin embargo, este dato que la madre no quiere reconocer y que le llega indirectamente al investigador, será la clave que le rebele la auténtica historia de la pareja y le conduzca hasta sus verdaderos protagonistas, quizá así consiga encontrar al soldado desaparecido.

Marchand escribe una historia hermosa enmarcada por el horror que supuso la Primera Guerra Mundial en la que jóvenes mal capitaneados por unos mandos incapaces, tuvieron que enfrentarse sin saberlo a una muerte segura. Los que pudieron regresar tuvieron que sufrir las consecuencias de sus heridas, mucho peor las psíquicas que las físicas con lo que se daría en llamar desde entonces en los ámbitos médicos como neurosis de guerra.

Bien escrita, con recursos estilísticos que logran captar la atención del lector a lo largo de la novela, el protagonista narra una historia épica, candorosa y trágica, afrontando su propia angustia, sus propios reproches y miedos, sus propias pérdidas, fantasmas y muertes, mientras aletea la certeza de que al Amor no se le puede matar. 

Espero que disfrutéis con su lectura. 

Páginas: 232


viernes, 22 de noviembre de 2024

Abigaíl (Magda Szabó)

Sándor Marai había sido hasta ahora el único autor húngaro que había leído. De hecho, al menos cinco de sus libros están reseñados en este blog. Pero, casualmente, me recomendaron este libro de la autora húngara Magda Szabó que acaba de publicar en España la editorial Xordica y me ha sorprendido gratamente. 

Magda Szabó (Debrecen, Hungría, 1917 – Kerepes, Hungría, 2007) ha sido  considerada una de las mejores novelistas de su país, a pesar de un largo periodo de silencio literario desde la llegada al poder de los comunistas y hasta la década de los sesenta. También escribió teatro, poesía, ensayos, traducciones y memorias. Abigaíl fue publicada por primera vez en 1970 y es considerada una de sus obras más destacadas.

En el verano de 1943 Gina es una joven despierta, enamorada y alegre de catorce años. Huérfana de madre desde los dos años, su padre, el general Vitay, lo ha sido todo para ella. La unión que existe entre ellos es tan fuerte que apenas necesitan palabras para comunicarse. Gina no es capaz de concebir una vida sin él y sin la tía Mimó, una mujer en la cuarentena, viuda, extravagante y muy divertida. Pero están en tiempos de guerra y ya no es tan seguro vivir en Budapest como al principio de la contienda. El general ha decidido que su hija deberá trasladarse a un internado para niñas situado en la ciudad de Arkod al este del país, con un ideario muy estricto siguiendo la doctrina protestante. Él es católico, pero su esposa había pertenecido a esa religión y piensa que es en ese colegio donde su hija estará más protegida en caso de peligro, más real del que Gina pueda imaginar. Nada de lo que pudo decir la joven hizo cambiar de opinión al general Vitay. Con el corazón roto dejará allí a su hija. Empieza entonces para Gina una nueva vida en blanco y negro, en la que lo que prima son los objetos prácticos, donde lo superfluo estorba, en un mundo adusto y riguroso, bajo una férrea disciplina, con profesores estrictos y con unas condiscípulas con las que no logra empatizar.

Magda Szabó vuelca en este libro su propia experiencia como alumna en un internado protestante, y del tiempo que ella misma impartió allí clases como profesora. Sin ocultar la dureza del sistema, no trasmite, sin embargo, falta de humanidad ni amargura. Por el contrario, escribe una novela de aprendizaje en la que unas niñas están dando los primeros pasos hacia la edad adulta con lo que conlleva de rebeldías, contradicciones y una alegría irrefrenable de vivir.

Ambientada en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial en Hungría, los hechos bélicos solo son el marco de una historia de crecimiento interior, no exenta de misterios y emociones, donde prevalecen los valores de honorabilidad, lealtad, amistad, generosidad, perdón y justicia, entre otros.

Esta novela, si es recomendable para todo tipo de públicos, me atrevería a decir que lo es aún más para un público adolescente. Espero que disfrutéis con su lectura.

Páginas: 384





jueves, 14 de noviembre de 2024

Cada noche a las nueve (Julian Gloag)

Julian Gloag (Londres, 1930 – Provins, 2023) fue un novelista y guionista inglés, aunque gran parte de su vida la pasó en Francia, país en el que falleció. Cada noche a las nueve (1963), dentro del género de la novela gótica contemporánea, fue su primera obra y la más conocida, llevada al cine en 1967 por el director Jack Clayton.

Elsa Hook tiene tan solo trece años cuando fallece su madre después de una larga enfermedad. Con un padre ausente al que no conoce, deberá hacerse cargo de sus otros seis hermanos menores que ella. Ante la posibilidad de que les lleven a un orfanato, los siete niños Hook deciden no decir nada sobre el asunto, enterrar a la madre en el jardín bajo los lirios silvestres y seguir como si no hubiese pasado nada. Jiminee se encargará de falsificar la firma para que Elsa pueda seguir cobrando los cheques mensuales que recibía Madre, se distribuirán las tareas de la casa y cada mañana irán al colegio como siempre. Diana y Dunstan, muy influenciados por las estrictas normas religiosas de su madre, proponen hacer un tabernáculo sobre su tumba y reunirse allí todas las noches a las nueve. De esta manera podrán plantearle sus dificultades y ella se manifestará dándoles a entender en cada caso cómo actuar, juzgando y aplicando el castigo conveniente. Sin embargo, las cosas no resultan tan simples y Hubert decide rebuscar entre los papeles que su madre guardaba bajo llave hasta dar con la dirección de un tal Charlie Hook, su esposo y, en consecuencia, el padre de todos ellos. Cuando el hombre llega a la casa surgen en los niños sentimientos encontrados entre la esperanza y la desconfianza sobre un supuesto padre al que no le gusta que le llamen papá.

Julian Gloag escribe una novela inquietante protagonizada por unos niños vulnerables, influenciables y con una educación basada en las mentiras y la ocultación, y un sentido obsesivo sobre la fe. Consigue captar la atención del lector a lo largo de toda la trama manteniendo el suspense con los vaivenes psicológicos de unos personajes todavía en proceso de aprendizaje.

Tanto los personajes principales como secundarios están muy bien elaborados. Los niños, a los que dota de una inteligencia despierta, independencia, dotes de observación, etc., poseen una personalidad consecuente con la situación familiar y la edad de cada uno, quedando perfectamente perfilados con reacciones propias de la niñez ante una situación que les supera.

Espero que disfrutéis, aunque os mantendrá en vilo de principio a fin.

Páginas: 384







Mi mundo, mi selva (Emilie rose Macaulay)

Emilie Rose Macaulay (Rugby, 1881 – Londres, 1958) fue una prolífica escritora británica. Abarcó varios géneros literarios y su carrera gozó de éxito y reconocimiento. En 1950 escribió El mundo, mi selva, una novela escrita con exquisitez sobre una sociedad de postguerra que bregaba por salir de la ruina material y moral en la que había quedado Europa.

Helen Michel es una hermosa y exuberante mujer, pintora, de costumbres liberales, cerebral, bohemia y hedonista. En los años previos a la guerra decide abandonar Londres dejando allí a su esposo y a su hijo para trasladarse con su hija Barbary de pocos años a la Provenza francesa. De fuerte personalidad y magnetismo, no tarda en iniciar una relación con Maurice Michel, un empresario viudo, con un hijo de edad similar a la de Barbary. Helen, madre disoluta y de poca conciencia, deja que los dos niños crezcan a su aire, sin pocas restricciones, lo que facilita que durante la guerra se relacionen con maquis y grupos de la Resistencia colaborando en actos de sabotaje que sus mentes jóvenes no saben manejar emocionalmente bien. Por otra parte, Maurice es acusado de colaboracionista y en 1945 aparece ahogado en la playa próxima a su casa. Un año después, Helen decide que tanto su hija como su hijastro deberán abandonar Francia e instalarse en Londres. La niña irá a vivir con su padre y el niño con sus tíos paternos. Pero una vez allí, ninguno de los dos será capaz de adaptarse. Solo entre las ruinas dejadas por las bombas, y que todavía se acumulan por la ciudad, encontrarán un rincón en el que sentirse como en casa.

Macaulay escribe una novela de alta calidad narrativa con unos personajes bien perfilados que son un elenco de la realidad social de posguerra, hombre y mujeres con sentimientos confusos, habitantes de un mundo en ruinas tanto material como espiritualmente. Son los jóvenes quienes se llevarían la peor parte, protagonistas de unos hechos que los empujaron a los márgenes de la civilización con el deseo de que, una vez acabada la guerra, todo volviera a ser igual que antes y sin que nadie tenga que hacerles preguntas.

Aunque con un trasfondo inmoral, la novela está muy bien escrita y cuenta una realidad de la sociedad de posguerra sin adentrarse en ningún tipo de truculencias. La autora cuenta desde un punto de vista particular las consecuencias que la Segunda Guerra Mundial provocaron en una población joven y sin recursos morales. 

Páginas: 280

sábado, 2 de noviembre de 2024

La hija del tiempo (Josephine Tey)

De nuevo vuelvo a reseñaros una novela de Josephine Tey, pseudónimo de la escritora Elizabeth Mackintosh (Inverness, 1896 - Londres, 1952). Sus novelas de misterio, sobre todo las protagonizadas por el inspector de Scotland Yard Alan Grant, la situaron en un lugar destacado de la literatura británica. La hija del tiempo es su obra más conocida e importante.

En esta ocasión Alan Grant tiene que permanecer hospitalizado tras un accidente durante un acto de servicio. La convalecencia se promete larga y su aburrimiento memorable. Es entonces que su amiga Marta Hallard le sugiere que lea algún libro de Historia. Sabiendo de la afición del inspector a estudiar los rostros de las personas, además de libros, le lleva algunos retratos de personajes ilustres para que estudie su fisonomía. Le llama la atención el retrato de Ricardo III, supuestamente el asesino de sus dos sobrinos para poder acceder al trono de Inglaterra a la muerte de su hermano Eduardo IV. Pero la imagen tranquila y paciente del criminal contradice la maldad que se le atribuye. La curiosidad de Grant le lleva a estudiar el asunto como si se tratara de un caso policial para esclarecer en la medida de lo posible un hecho que posiblemente no hubiera tenido lugar.

La hija del tiempo, escrita en 1951, fue elegida en 1990 como la mejor novela de misterio de todos los tiempos por la asociación británica Crime Writers' Association. Lejos de los estereotipos de las novelas de este género, esta obra semeja una investigación académica bien fundamentada.

Los personajes mantienen la frescura y la simpatía de personas reales alejándolos, para bien, de los tópicos habituales de la época de oro de este tipo de novelas a la que pertenece Josephine Tey.

Deja en evidencia los vaivenes de la Historia según quienes la escriban, casi siempre desde el punto de vista de los vencedores y para conseguir réditos políticos. Aboga por la importancia de la investigación para no dar credibilidad a las historias falsas que dan paso a las leyendas y, por último, a silenciar la verdad.

Espero que disfrutéis con esta novela y paséis un rato muy entretenido. La edición en cartoné con la que la ha publicado la editorial Alma con dibujos de Stephanie von Reiswitz la hace muy adecuada para regalar en las próximas fiestas navideñas.

Páginas: 208