viernes, 29 de noviembre de 2019

En un lugar solitario (Dorothy B. Hughes)

Pocas veces me decido por la novela negra, pero en esta ocasión pienso que es una buena recomendación la que os hago. 

Dorothy B. Hughes, una de las mejores escritoras norteamericanas del siglo pasado en este género, os sorprenderá con esta novela con la que da muestras de una gran habilidad narrativa y una correcta puesta en escena. Nacida en 1904 en Misuri, estudió periodismo y tras publicar un libro de poemas en 1931 no volvió a la escritura hasta 1940, año en el que vio la luz su primera novela. En un lugar solitario, escrita en 1947, es posiblemente la más conocida de sus obras por haber sido llevada al cine con el mismo título en 1950. Protagonizada por Humphrey Bogart y Gloria Grahame la película ha pasado a ser uno de los clásicos del cine negro. 

A finales de los años cuarenta, Dix Steele, un atractivo piloto de combate durante la Segunda Guerra Mundial, se ha instalado en Los Ángeles, en el apartamento de un antiguo compañero de estudios mientras éste está en Río de Janeiro por asuntos de trabajo. Supuestamente, Dix está en la ciudad escribiendo un libro, tarea con la que intenta justificar su estancia a un tío paterno del que depende, hombre demasiado recto y poco inclinado a dar dinero. Cada mes el joven tendrá que mendigarle los cheques que le envía para poder permitirse el alto nivel de vida al que Dix cree estar destinado. Pero no conviene vivir solo, necesita una mujer a la que amar. Sólo pudo amar una vez, en Inglaterra, durante la guerra, pero ese amor se terminó como se terminó todo lo demás. Las mujeres, según él, son volubles, mentirosas y por naturaleza infieles, incluso la esposa de su compañero del ejército Brub, muchacho amable, de buena familia y ahora inspector de policía. Algunas mujeres es mejor que estén muertas. Pero sabe que tiene que existir una que podría colmar su necesidad de amar. Y resulta que está ahí mismo, en el bloque de apartamentos en el que vive. Una pelirroja increíblemente atractiva y hermosa con la que consigue iniciar una relación apasionada e inestable que le desestabiliza mientras intenta mantener su estatus en el crimen perfecto.

La novela está magníficamente escrita. El protagonista, un personaje frío, cínico, egoísta, cruel, un criminal sin escrúpulos, os atrapará desde la primera página con su compleja personalidad deseosos de averiguar en qué terminará su perversidad provocada por un loco deseo de amar y ser amado que le conducirá a una existencia dramática a lo largo de la cual sólo ha sido capaz de amarse a sí mismo.

Hughes logra mantener la tensión hasta el final ante la posibilidad de un crimen perfecto. La capacidad de manejar la psicología del protagonista sacando a la luz sus pensamientos más íntimos, sus reacciones inexplicables, en definitiva, su enfermedad afectiva, lleva a la autora a crear un personaje inquietantemente real en una época en la que los medios policiales eran escasos.

Muy recomendable para regalar en estas próximas fiestas navideñas. Espero que os guste. 

Páginas: 264



sábado, 2 de noviembre de 2019

Incienso (Eileen Chang)

Eileen Chang, es una de las escritoras chinas más importantes del siglo XX. Exiliada en Estados Unidos desde 1955 hasta su muerte en 1975, fue una autora censurada en su país y traducida recientemente al castellano por la editorial Libros del Asteroide. Nació en Shangai en 1920, ciudad a la que volvió tras sus estudios universitarios en Hong Kong y de la que salió hacia América para no regresar nunca más. Perteneciente a una familia de clase alta, tuvo que sufrir la decadencia de una sociedad en la que se sentía cómoda, pero de la que no pudo evitar su ruina. 

Incienso es uno de sus primeros libros. Escrito en 1943, lo componen dos novelas breves, Primer incensario y Segundo incensario. La autora se apoya en el ambiente de la alta sociedad china y en la clase social de los expatriados ingleses en los años previos a la guerra. 

El Primer incensario lo protagoniza, Ge Weilong, una joven estudiante de instituto en Hong Kong que ante la necesidad apremiante de dinero para continuar con sus estudios, y a espaldas de sus padres, no duda en presentarse ante la señora Liang, una mujer entrada en la cincuentena, hermana de su padre y con el que está enemistada desde que decidiera convertirse en la cuarta concubina de un viejo y rico comerciante ya fallecido que, atraído por sus encantos, la convirtió en su preferida. Acostumbrada a un ambiente de lujo, seducción y adulaciones, ahora que empieza a ser mayor, la señora Ling percibe lo ventajoso que podría ser para ella tener a la joven bajo su techo. No tarda en darle a Ge Weilong las nociones necesarias para desembolverse en sociedad y conocer a otros jóvenes a los que la propia señora Ling podría convertir en sus amantes. Atrapada por la frivolidad que despliega su tía, Ge Weilong entrará en una tela de araña de la que difícilmente podrá escapar.

El Segundo incesario se centra en el ambiente universitario de Hong Kong entre profesores ingleses que forman una clase propia. Roger Empton, ya cuarentón y miembro del claustro desde hace tres lustros, va a casarse con Susie Mitchell, una joven compatriota de tan solo veintiún años. Una conversación de la muchacha con su hermana mayor el mismo día de la boda contándole su mala experiencia matrimonial, hace que Susie salga huyendo de su marido la noche de bodas acusándole de pervertido. Pronto el escándalo se extiende por todo el campus poniendo a Roger Empton en una situación extremadamente comprometida.

Con gran maestría, Eileen Chang cuenta dos historias que se inician con un planteamiento inocente, un desarrollo absurdo y un final dramático, reflejo de la sociedad a la que pertenece. Ambas resultan inquietantes. Los personajes, perfectamente perfilados, muestran una personalidad compleja, entre la ingenuidad y la dureza con un punto de perversidad dramático. 

La autora hace un uso del lenguaje inteligente empleando una exquisita delicadeza cuando habla de las relaciones amorosas, asunto hacia el que todo confluye. Unas relaciones cargadas de un erotismo aplastado bajo capas de trivialidad, hipocresía, egoísmo y modos sociales favorecedores de relaciones superficiales. 

Páginas: 174